Conductora ebria suma segunda muerte tras choque en Querétaro
- P Pastrana
- 11 ago.
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Querétaro,Qro. A una semana de cumplirse un mes del accidente, falleció la tarde de este domingo el joven Martín "N" a causa de las graves heridas que sufrió. Con su muerte, se eleva a dos el número de víctimas mortales del choque automovilístico ocurrido en el cruce de la Avenida de los Arcos y el Bulevar Bernardo Quintana de la ciudad de Querétaro.
El accidente, que sucedió la mañana del pasado 17 de julio, fue provocado por una mujer que conducía en estado de ebriedad. Según los estudios, Paola Alejandra Rivera, conocida como La Mufasa, manejaba a 100 kilómetros por hora y bajo los efectos de drogas.
Al pasarse un semáforo en rojo en la Avenida de los Arcos, la mujer chocó, arrastró y estampó su auto contra el pilar de un acueducto colonial. El vehículo impactado era en el que viajaban Martín y su novia Mitzi, de 27 años, quien falleció en el lugar del accidente.
Martín llevaba a Mitzi a su lugar de trabajo. Tras el impacto, rescatistas de Protección Civil lo sacaron de los hierros retorcidos del vehículo y lo enviaron a un hospital, donde fue ingresado en el área de terapia intensiva. Por desgracia, el joven falleció tres semanas después.
Previamente, el juez de control, Manuel Villanueva Estrada, ya había vinculado a proceso penal a Paola Alejandra por el homicidio culposo de Mitzi y las lesiones producidas a Martín. Con la muerte del joven, la situación jurídica de La Mufasa se agravó, ya que el delito de lesiones se reconfigurará al de homicidio culposo.
Por la muerte de Mitzi, el juez le dictó prisión preventiva oficiosa a Paola Alejandra y otorgó tres meses al Ministerio Público para la investigación complementaria, tras lo cual la mujer será sometida a juicio.
El accidente causó tal indignación que el alcalde de Querétaro, Fernando Felipe Macías, anunció que presentará una iniciativa de ley ante el Congreso local. La propuesta busca modificar el código penal para crear y tipificar el Homicidio Vial, que contempla penas de cinco a 10 años de prisión y la revocación definitiva de la licencia de conducir a quienes, por manejar en estado de ebriedad, provoquen la muerte de una persona.
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