Gurú de las Diagonales: Vikings tienen un dilema sin precedentes
- P Pastrana
- 10 oct
- 3 Min. de lectura
Los Vikings decidieron darle las riendas de su muy buen equipo a J.J. McCarthy, basados más en deseo que en evidencia; ahora pagan las consecuencias.
MIAMI -- Aunque nunca lo admitirán, los Minnesota Vikings saben que tomaron un riesgo considerable.
Después de ganar 14 partidos de temporada regular el año pasado, Minnesota optó por darle las llaves de un muy buen plantel al joven mariscal J.J. McCarthy, quien fue elegido con la décima selección, tras que Minnesota realizara un cambio con los New York Jets para escalar posiciones.
La idea inicial era que McCarthy "aprenda" durante su primera campaña, y por eso tenían a Sam Darnold como "mariscal puente".
La lesión de rodilla de McCarthy, facilitó esa decisión, dado que se perdió toda su temporada de novato.
Lo que no esperaban ni los más optimistas fans de los Vikings, era una temporada semejante de Sam Darnold, quien tuvo su primera campaña como profesional. Ahora bien, no cerró la campaña de la mejor manera, empezó a sucumbir ante la presión, y abrió las puertas para que los Vikings dieran vuelta la página, dado que Darnold quería un contrato lucrativo a largo plazo.
En aquel entonces, no culpé a Minnesota por dar vuelta la página, porque la alternativa tampoco era segura.
Sí debo admitir que nunca he sido un fan de McCarthy, a quien durante nuestra noche de draft, yo hubiese elegido recién en la segunda ronda.
Mi razonamiento pasaba porque no habíamos visto suficiente de él para pensarlo como una selección tan alta.
En parte no fue su culpa, pero Jim Harbaugh sencillamente no le pidió demasiado en la Universidad de Michigan, por lo cual podía tener todos los destellos del mundo, pero a mi me dejaba muchas dudas.
Los equipos se enamoraron de su liderazgo, y la verdad es que McCarthy es un chico con un aura fantástico y una actitud positiva.
Inicialmente, eso compró a su entrenador en jefe Kevin O´Connell, quien ya ha probado saber desarrollar jóvenes mariscales, y a sus compañeros, para que le tuvieran paciencia durante su camino en la NFL.
Sin embargo, en algún punto, esa actitud debe estar acompañada por producción.
Por eso la situación de McCarthy fue inusual. Porque su equipo estaba construido para ganar ahora, y porque su entrenador en jefe y su gerente general buscaban su primera victoria de playoffs tras cuatro años en el mando.
Y tras los primeros ocho cuartos de McCarthy en la NFL, más allá de que haya guiado a su equipo a una victoria, en siete de ellos lució totalmente perdido.
Después de ese segundo encuentro, McCarthy se lesionó el tobillo, y los Vikings se están tomando su tiempo con su recuperación.
Quizás una decisión estratégica por parte de Minnesota, mientras Carson Wentz intenta mantener el barco a flote detrás de una línea ofensiva entre algodones.
Se suponía que McCarthy iba a entrenar en Londres, pero no lo hizo ni el jueves ni el viernes, previo al encuentro de su equipo ante los Browns.
Eso quiere decir que McCarthy seguramente recién retornará después de la semana de descanso de los Vikings, y en ese entonces, habrán pasado 35 días desde su lesión.
Por lo pronto, Minnesota ya había perdido más partidos este año tras cuatro semanas, que en toda la temporada regular pasada, por lo cual los cuestionamientos están a la orden del día.
¿Tomaron los Vikings la decisión adecuada al darle las riendas a McCarthy? Si O´Connell no puede guiarlo al éxito, ¿entonces quién?
Los Vikings le dijeron que no a Aaron Rodgers y a Daniel Jones, quien ha revivido su carrera en Indianapolis. Por su parte, Darnold sigue ganando, ahora en Seattle.
Honestamente tampoco los culpo, porque no necesitas una curita, sino un mariscal franquicia.
Pero eso no quita el hecho de que si McCarthy no funciona, toda tu cúpula gerencial será puesta bajo la lupa.
Hubo 97 instancias en las que un mariscal guió a su equipo al 80 por ciento de victorias en una temporada regular. En todas menos tres, ese quarterback regresó al mismo equipo.
En una ocasión, John Elway se retiró, mientras que las otras dos decisiones que escapan a la norma fueron de los Vikings, cuando pasaron de Case Keenum a Kirk Cousins, y ahora cuando pasaron de Darnold a McCarthy.
Me encanta que los equipos tienen ideas originales, pero la realidad es que puedes quedar como genio o enfrentarte a críticas exhaustivas.
Los Vikings están firmes en el barco de J.J. McCarthy, pero al igual que cuando lo eligieron en el draft, esa decisión está basada más en deseo que en evidencia.
Y la diferencia es que ahora Minnesota no tiene otra opción.
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