Hackearon una base de datos de Google con datos de 2500 millones de cuentas de Gmail: cómo protegerse
- P Pastrana

- 22 ago
- 2 Min. de lectura
El ataque, atribuido al grupo ShinyHunters, apuntó a una base corporativa alojada en servidores de Salesforce y se llevó a cabo gracias a una técnica de ingeniería social.

Un ataque masivo sacudió al mundo digital esta semana: Google confirmó que un grupo de ciberdelincuentes logró acceder a información de 2500 millones de cuentas de Gmail a través de una base de datos corporativa.
Aunque las contraseñas no se filtraron, los datos expuestos, nombres comerciales y datos de contacto, podrían facilitar ataques de phishing y suplantación de identidad.
El hackeo, atribuido al grupo ShinyHunters, apuntó a una base corporativa alojada en servidores de Salesforce y se llevó a cabo gracias a una técnica de ingeniería social: se hicieron pasar por personal de soporte para ganarse la confianza de empleados y, así, obtener accesos.

Qué implica la filtración y cuál es el riesgo
La magnitud del ataque preocupa porque deja expuesta una cantidad enorme de direcciones de correo y datos de contacto. Con esa información, ciberdelincuentes tienen más armas para diseñar campañas de phishing mucho más realistas, enviar mensajes que parezcan legítimos y así engañar a usuarios para que entreguen voluntariamente sus credenciales o información financiera.
La filtración también incrementa el riesgo de suplantación de identidad corporativa, ya que los atacantes podrían contar ahora con referencias concretas de empresas y contactos, lo que les permitiría construir fraudes mejor dirigidos.
Las recomendaciones de seguridad: cómo protegerse
Luego del incidente, Google difundió una serie de pasos para reducir el riesgo de caer en trampas digitales:
Desconfiar de correos urgentes o extraños: los ataques suelen simular situaciones críticas para forzar decisiones rápidas.
Activar la verificación en dos pasos (MFA) en Gmail y en cualquier servicio sensible.
No usar la misma clave en distintas plataformas y optar por contraseñas largas y únicas.
Revisar periódicamente la actividad de la cuenta para detectar accesos desde dispositivos desconocidos.
Mantener el sistema operativo y las apps actualizadas, ya que las versiones viejas son más vulnerables.

Un riesgo que va más allá del correo
El correo electrónico funciona como puerta de entrada a gran parte de la vida digital: desde redes sociales y servicios de streaming hasta cuentas bancarias. Un atacante que logre acceso a Gmail puede intentar restablecer contraseñas en otros servicios y encadenar una serie de robos que afectan la privacidad y la seguridad económica de la víctima.
Por eso es tan importante proteger tu casilla de email para blindar tu identidad digital y mantenerla a salvo de cibercriminales.
La lección que deja el hackeo
El caso vuelve a poner sobre la mesa una de las vulnerabilidades más persistentes en ciberseguridad: el factor humano. La técnica de ingeniería social utilizada por ShinyHunters demuestra que, incluso en empresas con enormes recursos tecnológicos, un engaño bien planificado puede abrir las puertas a información sensible.
En un contexto donde los ataques masivos son cada vez más frecuentes, la combinación de protocolos internos estrictos, educación digital y herramientas de seguridad avanzadas se vuelve indispensable para reducir el impacto de este tipo de brechas.














Comentarios